En la actualidad la tecnología es la base de la vida. Desde teléfonos que se manejan por comandos de voz y que permiten comunicación gratuita con nuestros amigos de todo el mundo, hasta las videoconferencias que nos permiten tener juntas con clientes y proveedores de todas partes del mundo sin salir de nuestra oficina. Era solamente cuestión de tiempo antes de que se comenzara a utilizar la factura electrónica.
La factura electrónica, también conocida como comprobante fiscal digital e-factura o efactura, es el equivalente electrónico de una factura convencional hecha de papel, por lo que tiene la misma validez, cumple con los mismos requisitos legales y tiene la autenticidad de su contenido garantizado por quienes la otorgan.
Por otro lado, uno de los grandes beneficios de la factura electrónica es que es fácil de archivar, ya que puede ser almacenada en medios electrónicos o digitales que permiten una clasificación y almacenamiento más eficaces.
La facturación electrónica también es benéfica para el medio ambiente, ya que se ahorran miles de millones de hojas de papel y millones de impresiones. Asimismo presenta un ahorro de espacio y permite una mejor organización fiscal.
Los expertos en tecnología aseguran que la factura electrónica es el mejor comprobante que una empresa puede manejar, ya que el formato antiguo de facturación exponía tanto a proveedores como clientes, a sufrir perdidas monetarias por concepto de pérdida, daño o robo de la factura de papel. Afirman que con este sistema es imposible que empleados intermediarios como mensajeros y cajeros, hagan uso indebido de las facturas, ya que estas quedan registradas en las bases de datos de clientes y proveedores.
Por último, la factura electrónica evita mal entendidos entre las empresas y también evita el traspapeleo de un comprobante que es vital para las declaraciones anuales de impuestos, mismas que son de suma importancia para la estabilidad financiera de cualquier negocio.
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