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Por eso, cuando una gran empresa o corporación se plantea contar con este tipo de servicios de un centro de datos en Madrid, es necesario que se plantee algunas cuestiones, como es el hecho de si quieren tener un centro de datos en Madrid con un servicio propio, o si por el contrario, prefiere contratar los servicios de un centro de datos en Madrid de forma externa y neutral.
Cada uno de estos tipos cuenta con sus propias ventajas. Por ejemplo, al contar con un centro de datos en Madrid que sea externo se podrá tener un modelo de gastos fijos que se basen en una cuota que se pague mensualmente a través de la cuota de housing, o con una cuota de pago por el uso que se realice de ese centro de datos a través de cloud. Otra de las ventajas que aporta a una empresa el hecho de contar con un centro de datos en Madrid de forma externa es que se puede disponer de una gran capacidad al contar con servidores de almacenamiento de gran tamaño, que además cuentan con una fácil accesibilidad.
Por su parte, el hecho de que la empresa cuente con un data center propio e interno también reporta algunas ventajas con la que el externo no contaba. Ejemplo de ello es el hecho de que gracias a este servicio interno la propia empresa podrá tener un control total sobre todo el entorno del sistema, lo que incluye saber en todo momento quién es el que accede al centro de datos, además de contar con ventajas múltiples en los que al mantenimiento del sistema se refiere ya que cada empresa podrá tener sus propias medidas de seguridad interna para controlar el acceso a los archivos y al sistema, además de contar con sistemas de refrigeración propios y con sistemas de búsqueda personalizados totalmente accesible.
Otra de las ventajas de que las empresas cuenten con un centro de datos en Madrid propio es que se mantendrá una total independencia entre la red WAN de la empresa y la de los proveedores, lo que aporta el beneficio de poder acceder a datos pesados de forma rápida, eficaz y sin interferencias. Además, al tener una instalación y un centro de datos propio e interno la empresa no se verá obligada a tener que negociar largos y pesados contratos con proveedores externos.
Imagen: sandra_schoen, Pixabay
Decidir si se contrata un centro de datos propio o externo es un asunto que se dirime muy fácilmente: con el factor conocimiento. En efecto, si tenemos pleno conocimiento del manejo del centro de datos, puede resultar más conveniente contar con uno propio. Sin embargo, como en el caso de manejar un servidor dedicado, si no se tiene el conocimiento y la experiencia para hacerlo, el asunto se vuelve un dolor de cabeza y es mejor dejar lo crucial en manos de un experto externo, al que seguramente habrá que pagarle más.