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Elegir una empresa de calidad es básico para contratar este servicio de alojamiento web, lo ideal es comenzar eligiendo una empresa que sea propietaria de sus propios servidores y de su propio centro de datos, esto supone una garantía tremenda que tu servidor será cuidado como se debe y mantenido en todo momento. Un empresa propietaria de su centro de datos no puede permitirse un minuto de fallos en sus servidores, ya que esto redundará en múltiples reclamaciones de sus cliente, por ello cuenta con una alta redundancia en todos sus servicios propios y en sus servidores, desde las fuentes de alimentación, los discos duros, el acondicionamiento de aire, la conectividad de internet y así un largo etcétera.
Los mejores servicios y el control total
Esto es lo que normalmente te ofrece una buena empresa. Primero y añadido a lo ya comentado, es que habitualmente disponen de técnicos presentes en sala las 24 horas del día y por supuesto todos los días del año, para evitar fallos y para revisar constantemente los servidores, certificando un correcto funcionamiento.
Además cuenta con aplicaciones que funcionan en automático en los propios servidores para evitar fallos, detectar saturación en los servicios y adelantarse a los posibles fallos en los servidores, tomando medidas correctivas y por supuesto avisando de los fallos a los clientes, enviándoles al momento mail con los log de los fallos e incluso captura de pantalla, para que se puedan tomar medidas correctivas al momento.
Esto no es todo, entre los servicios lo normal es ofrecer un panel de control, con el que realmente se controla el servidor, pudiendo crear cuentas y usuarios, asignar permisos, crear cuentas ftp, realizar reinstalaciones del servidor y un largo etcétera.
Por supuesto y dentro de la política de calidad, nunca verás que se limita el acceso a alguna de tus aplicaciones o páginas web, siempre se contará con un acceso ilimitado y con la máxima velocidad de conexión de acceso al servidor dedicado.
Imagen: ClkerFreeVectorImages, Pixabay
Con un servidor dedicado, eres algo así como «Dios» en el alojamiento de tus sitios. Defines claramente cómo destinas los recursos, no tienes restricciones (al menos en teoría) de VPNs y servidores compartidos y sabes con potencia de máquina cuentas para sostener tráficos pesados. Sin embargo, la autonomía tiene sus riesgos y necesitas de amplios conocimientos para administrar un dedicado sin meterte en líos.