¿Queréis crear una cuenta
La cosa es bastante simple. Primeramente conviene comprobar que el nombre del dominio que se ha escogido (lo que se coloca después de la @ en vuestra dirección) está disponible.
Si está disponible, se puede comprar por el tiempo que se quiera. Nadie más, salvo vosotros, podrá usarlo durante ese tiempo. Después, basta con firmar un contrato de alojamiento con Google, que es gratuito. Además, este servicio tiene las mismas funciones que Gmail, y es posible beneficiarse de la flexibilidad y de todo el potencial del célebre webmail de Google. No es que estemos diciendo que esta es la mejor forma de administrar tu correo electrónico, todo dependerá de lo que busques de lo que necesites. Si optas por crear hotmail o por usar otro tipo de sistema como el de rocketmail o similares, pues está bien, lo que te describimos aquí es una forma más, de muchas que hay.
Al igual que con Gmail para Google Apps, se puede configurar el e-mail Outlook.com con vuestro nombre de dominio de internet, de forma fácil y obtener una dirección e-mail de marca.
¿Cómo se puede configurar el servicio de mensajería web Outlook con un dominio personalizado para que la dirección e-mail se lea con vuestro nombre y no con la extensión outlook.com? Veamos pues cómo hacer para disfrutar de una cuenta de correo electrónico personalizada.
Si estáis en Google Apps, se puede dejar la configuración existente intacta y acceder a vuestra cuenta Gmail a partir de Outlook.com a través de POP3. Esta opción es la más recomendable si estáis probando con Outlook y no estáis dispuestos a realizar una transición completa hacia Outlook.
El inconveniente es que vuestros e-mails entrantes no se entregarán en el buzón de Outlook de forma instantánea. Primero llegarán al buzón Gmail; Outlook emite después una petición de extracción tras uno o dos minutos, y entonces los mensajes aparecen en Outlook.
De forma alternativa, se puede suprimir Gmail del bucle, y dejar Outlook.com que gestione el tráfico e-mail entrante y saliente.
En un mundo con tantas personas circulando por la red, la diferenciación es un bien que definitivamente es fundamental para destacarse. Cuando una dirección de correo electrónico tiene una terminación propia, hay más posibilidades de recordación y además se imprime un sello de profesionalismo que infunde confianza en el ámbito profesional.