A nivel mundial se está debatiendo actualmente un marco regulatorio para los contenidos que se vierten en la web dado que mucha de la información o los recursos publicados violan de alguna manera los derechos de autor de sus creadores. Aquí en Yoostation te explicamos que hay detrás de la batalla contra la piratería.
El tema de la piratería parece a simple viste una tema sencillo de resolver, sobre todo si nos regimos en parámetro de correcto o incorrecto, pero realmente hay muchísimos matices e intenciones ocultas en este tema que deben ser analizados para poder llegar a una conclusión constructiva.
La web fue creada para compartir el conocimiento mundial y de esta manera que la humanidad se convirtiera en una gran comunidad interconectada como una gran conciencia común (esta era la intención de sus creadores). Sin embargo, esta posibilidad de acceder a millones de usuarios despertó la ambición de las grandes corporaciones que supusieron que podrían adueñarse de los contenidos y lucrar con ellos dado su gran poder económico. Allí comenzó el verdadero problema.
En este punto las brillantes mentes que habían creado este sistema global comenzaron a sabotear a las corporaciones y a publicar gratuitamente los contenidos con los que las mismas deseaban lucrar. Se crearon los primeros virus para realizar ataques en masa a blancos que representaban esta idea de corporativismo como Microsoft entre muchas de las empresas. Los gobiernos con mayor poderío militar, como los Estados Unidos también cayeron en manos de estos genios incomprendidos que solo querían que el mundo lo compartiera todo, en donde todo se supiera y donde nadie tuviera el control sobre nadie.
Así llegamos a la actualidad, cuando los usuarios se encuentran en medio de una batalla a muerte entre la piratería (la difusión gratuita de todo el conocimiento) y los intereses de los autores (o corporaciones que los representan). Los primeros son los dueños de la red, y los segundos, los dueños del poder económico necesario para promover legislaciones que los amparen y les den ventajas.
Además de las corporaciones, las grandes potencias militares quieren de alguna manera controlar a los usuarios de cerca, lo que viola su libertad de privacidad y los deja indefensos ante una gran máquina de la que no se sabe quién la maneja y cuales son sus intereses.
Las legislaciones se están aprobando en todo el mundo, con el objeto de limitar el acceso a la información de los usuarios (a menos que paguen por ello) y desde el otro lado, los genios están creando un mundo online que no dependa de las corporaciones y colman de ataques sistemáticos a todas las empresas o gobiernos que pretenden dominar este recurso (En los últimos dos años, los ataques a servidores gubernamentales y corporaciones se han multiplicado por miles y cada vez son más poderosos).
Un dato a tener en cuenta es la idea de Google de comprar los derechos de autor de miles de obras para ponerlas a disposición de todo el mundo en la red y la decisión de una corte de los Estados Unidos de no permitirlo. Es decir que en el fondo, el problema no es la difusión de la información, sino el acceso a la información que hace más difícil el manejo de las masas sociales.
Si bien ya estamos en medio de la batalla, esta recién empieza y seguramente nos queda muchísimo por ver antes de que finalice.
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