El crypter
Contrariamente a ciertas ideas recibidas, las primeras técnicas de crypter datan de hace más de 2000 años, en particular en las antiguas civilizaciones como Egipto o Grecia.
¿Por qué encriptar los datos?
El crypter permite hacer que la información sea secreta. Los gobiernos, ejércitos e industrias utilizan estas tecnologías con el fin de proteger ciertas informaciones, y consideran por esta razón el crypter como un arma. Los individuos utilizan a su vez estas tecnologías, por ejemplo, en el marco de su vida privada, médica o financiera. Por tanto es la naturaleza de la información y la importancia que se le concede lo que determina si debe ser encriptada, y a través de qué medio.
El crypter proporciona las herramientas indispensables con el fin de garantizar la protección de las libertades individuales en un mundo invadido por lo digital. Esto implica un empleo ampliamente extendido del encriptado, pero igualmente el desarrollo de nuevos mecanismos que garantizan concretamente el anonimato.
El crypter moderno es complejo y requiere cálculos importantes que solo un ordenador es capaz de efectuar. Algunas de estas técnicas impiden a los gobiernos más potentes que lean nuestros archivos.
El crypter moderno ofrece 3 tipos de garantías
Autenticidad: puesto que permite garantizar al destinatario de un mensaje encriptado que su emisor es bien el que pretende ser.
Confidencialidad: ya que permite garantizar al emisor del mensaje encriptado que su destinatario será el único que podrá leerlo.
Integridad: permite garantizar que el contenido del mensaje no ha sufrido ninguna alteración entre su envío y su recepción.
De esta forma es posible, por ejemplo en el caso de un mail encriptado, autentificar con certeza al autor de mensaje, garantizar que el mensaje no ha podido ser leído por otra persona, y finalmente que el mensaje leído es precisamente el que ha sido enviado.
Los métodos modernos de crypter son matemáticamente complejos. Permiten por una parte encriptar la información, y por otra efectuar el proceso inverso, es decir desencriptar el mensaje. Se distinguen dos grandes categorías de métodos: la llamada simétrica, y la asimétrica.