Actualmente, el email es uno de los medios de comunicación más populares y extendidos, por lo que es imprescindible que los empresarios y empleados aprendan a utilizarlo de la forma correcta. Hay que tener en cuenta que las primeras palabras que aparecen en un correo electrónico pueden definir la imagen que el receptor se crea sobre quien lo envía.
Hoy en día, el correo electrónico es muy utilizado para fines profesionales, y es que el individuo puede emplearlo para establecer una comunicación con sus compañeros de trabajo e incluso con sus superiores o para enviar un currículum a una empresa y optar así a un puesto de trabajo.
¿Por qué es importante el saludo inicial en un correo profesional?
Muchos creen que redactar un correo profesional es una tarea sencilla, que basta con escribir un mensaje en el servicio de correo electrónico elegido, añadir un destinatario y un asunto y hacer clic en el botón “enviar”.
No obstante, el individuo se da cuenta de que las cosas no son tan fáciles como pensaba a priori cuando llega el momento de escribirlo, y es que hasta el más mínimo detalle puede suponer un verdadero dilema.
Una de las complicaciones es elegir las palabras adecuadas para el saludo de apertura. ¿Qué se debe poner al comenzar a redactar el correo profesional? Muchos optan por poner “buenos días” o “buenas tardes”, otros por un simple “hola” y algunos ni siquiera colocan un saludo inicial.
Lo cierto es que algo tan sencillo como un saludo de apertura puede convertirse en un auténtico quebradero de cabeza para la persona que redacta el mensaje, y es que hay que tener en cuenta que este elemento puede influir de manera considerable en el receptor y generarle una imagen determinada del remitente.
¿Cuál es el saludo inicial adecuado para un correo profesional?
Debido a la dificultad que puede suponer para muchas personas la redacción del saludo inicial de un correo electrónico, a continuación, se ofrecen unos consejos que les facilitarán esta tarea, sobre todo cuando no conocen personalmente a quien lo va a recibir.
La fórmula universal es comenzar el correo con un “Hola” seguido de una coma y el nombre del destinatario. Se trata de una fórmula que no resulta forzada, como suele pasar con otros comienzos, ni informal, por lo que utilizarla puede ser una buena opción.
Con estas simples palabras el destinatario se hará la imagen de que la persona que envía el correo es un profesional claro y directo, que no da rodeos para comunicar lo que quiere y que va al grano en vez de hacerle perder el tiempo. Evidentemente, el resto del contenido del email debe tener el mismo estilo para asegurarse de dar esa imagen.
Muchas personas pretenden impresionar con títulos o halagos al receptor cuando escriben un correo profesional, lo cual es un error. Lo mejor ante superiores, desconocidos y reclutadores es poner la fórmula universal mencionada anteriormente, una fórmula simple pero muy eficaz.